lunes, 27 de abril de 2009

DANZA en CRUZ en Festival de la Habana Vieja, Cuba. Fotos : GINO BOISSIN

LA HABANA (AP) - Durante cuatro días La Habana Vieja, el casco histórico de esta ciudad y sus patios, parques y esquinas, se convertirá en un gigantesco escenario de danza callejera que servirá para resaltar el patrimonio arquitectónico de la urbe.

"Cada día vemos que los coreógrafos toman más en cuenta este elemento (la arquitectura) para que forme parte de su trabajo", comentó a la AP Eugenio Chávez, coordinador general del evento Ciudad en Movimiento, que contará con la participación de compañías de 14 países.

La inauguración el miércoles por la noche corrió a cargo de los anfitriones de Danza-Teatro Retazos, que presentó la coreografía de Isabel Bustos "Sobreviviencia", montada en la colonial Plaza de Armas con sus antiguos adoquines de madera.

Chávez recordó que el evento cumple en esta edición 14 años de existencia.

"Formamos parte de una red internacional que se llama ciudades que danzan" y que fue creada en Barcelona en 1992, agregó el coordinador.

Entre los objetivos del festival está también acercar el baile a la población en general y generar un espacio de intercambio entre los expertos.

Además de los invitados extranjeros se espera la participación de unas 30 compañías capitalinas y 10 de las provincias isleñas.

De los extranjeros sobresale la presencia de compañía chilena Danza en Cruz, los españoles Luisa Merino y Oscar Cornago y los brasileños Alice Ripoll, Fernando Klipel y Juliana Medella.

A estos se suman grupos o artistas de Argentina, Bolivia, Canadá, Francia, México y Noruega, entre otros.

Previsto hasta el domingo, el festival contará también con una programación especial de video-danza, exposiciones de fotografía y una serie de talleres y clases magistrales para estimular el debate entre los interesados.

Uno de los más singulares momentos será la presentación de la española Merino, quien busca mediante la coreografía realizar un proyecto de reconstrucción de la memoria con personas de la tercera edad.

El proyecto consiste en tomar relatos de la vida de tres ancianos y luego recorrer con el público los lugares donde los acontecimientos ocurrieron.

Por las noches se programaron descargas de jazz con intérpretes locales en diferentes patios de casas de cultura en La Habana Vieja.


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