lunes, 17 de agosto de 2009

Opinión de Matadero Alma , Marisol Vargas ,Dereedanza

La obra Matadero alma de Valentina Pavez y Patricio Pimienta , junto a la Cia Danza en Cruz, fue una experiencia de impacto como espectador, construida en un ambiente realista y brutal, como un sector toxico de la vida misma y una aproximación temática a propósito del abuso en lo humano.

El lenguaje dice y se desplaza en una continua circunstancia dramática -coreográfica que arroja a un cuerpo sin respiro-lanzado-abatido- sufrido y luchado ( influenciado en la técnica y métodos Brumachón y Leeder, muy apropiada en la dirección coreográfica)

Sorpresas me llevo como espectador gracias a la interpretación de josefina Green, Rodrigo Fernández- Jaime Arias y Rosa Jiménez, quienes articulan la obra con sus presencias escénicas. Mencionar la valida melancolía de Arias en contraste con la fuerza de Fernández, la precisión y propiedad emocional de Green que cautiva por su integración interpretativa, quien realiza equilibrio entre frialdad y dramatismo junto a Rosa Jiménez, y un coro de bailarines que intenta dignamente sostener la dramaturgia.

Sin embargo hay aspectos de configuración técnica que en un principio descontextualizan la puesta en escena y la corrida de ella, en el el espacio sala Arrau. Durante los primeros 20 minutos el universo artístico propuesto se siente extranjero. Hubo que forzar el ojo y el oído para entrar en el relato propiamente tal de la obra. Los objetos establecidos y elegidos como, cables en tensión que cuelgan un papel para dibujar en latex, calles de luces , tv y cuerpo, me sugiere preocupación (muchas veces los bailarines se chocan con los elementos) en este sentido y en este primer tiempo, pienso que el diseño integral fue accidentado. Ofrecer mayor penumbra y misterio al entrar a la sala me hubiera aportado como publico y así no descubrir la ingobernabilidad de esta realidad antes mencionada.

Capto el defecto y percibo a través de mi ojo el desarrollo de una obra recién plantada en ese espacio en particular, siendo lo importante lo estremecedor de ella "un trhiller de danza en la sala Arrau" que hace sentido reiterado como espectador.


Saludos y gracias para todos ustedes.


Marisol Vargas
coreógrafa Dereedanza
Núcleo investigación y creación coreográfica
intercambio artístico



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